Pidieron 50 años de prisión para Claudio Contardi en el juicio por abuso sexual

El tribunal fijó la lectura del veredicto para el próximo miércoles a las 11 de la mañana. El exmarido de la modelo insiste en la nulidad.

Los abogados que representan a Julieta Prandi en el juicio por abuso sexual contra su exesposo Claudio Contardi pidieron una pena de 50 años de prisión para el empresario. "Es el máximo legal, si pudiéramos haber pedido prisión perpetua, la hubiéramos pedido", manifestó el letrado desde la puerta del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 2 de Zárate-Campana. El fiscal Christian Fabio pidió 20 años de prisión para Contardi. Por la tarde, el acusado se fue del tribunal, ya que los magistrados no dictaron su detención. La sentencia se conocerá recién la semana próxima.

Tras un cuarto intermedio que comenzó cerca del mediodía, comenzaron los alegatos de la defensa y el imputado dio sus últimas palabras ante los magistrados. Luego, tomó la palabra la actriz y conductora, quien enfatizó: "Lo único que pido es justicia, ya no la pido por mí, sino por todas las que estoy representando, porque somos muchas las víctimas de violencia de género que no nos animamos a hacer una denuncia por miedo a la humillación".

El tribunal, luego de escuchar a las partes, prohibió a Contardi la salida del país y fijó la lectura del veredicto para el próximo miércoles a las 11 de la mañana. El fiscal Fabio argumentó que "Julieta, la víctima, no mintió" y dijo que su relato sobre la violencia sostenida fue fundamental para la acusación. La solicitud de pena se basa en el delito de "abuso sexual con acceso carnal agravado por causar un grave daño mental a la víctima". El fiscal también solicitó la detención inmediata de Contardi.

Durante la tarde del jueves, Baños había solicitado la prisión preventiva para el exmarido de la modelo y conductora debido al peligro que significa para Prandi y para sus hijos que su presunto agresor esté libre. Sin embargo, el pedido fue rechazado por el tribunal. Lo que sí habilitó fue la renovación de la perimetral vencida con una prohibición de acercarse a menos de 300 metros de la denunciante.

La posición de las partes

Durante el alegato, el representante del Ministerio Público Fiscal detalló los hechos ocurridos entre 2015 y 2018, en los que Contardi ejercía "amenazas y violencia física" para someter a Prandi. Se describió una "relación asimétrica de poder" en la que la violencia psicológica era una constante.

Por su parte, la querella, a cargo de los abogados Javier Baños y Fernando Burlando, adhirió a la acusación del fiscal, pero elevó el pedido de pena a 50 años de cárcel. Baños calificó la situación como una "perversidad brutal del imputado" y pidió que el caso sea visto como un emblema de la lucha contra la violencia de género.

La defensa, representada por el abogado Claudio Nitzcamer, solicitó la nulidad del proceso y la absolución de su cliente. Nitzcamer argumentó que la denuncia fue una estrategia de Prandi para evitar que Contardi viera a sus hijos y puso en duda la credibilidad de los testigos de la parte acusadora.

La palabra de Julieta Prandi

A la salida del Tribunal, Julieta Prandi expresó: "pedí por favor, por mi seguridad, la de mis hijos y la de mi familia, que se ordenase la detención preventiva hasta esperar la sentencia, el día miércoles a las 11 de la mañana", aunque lamentó que esta "no fue otorgada". Como respuesta a esa negativa, la actriz dijo que pidieron "el botón antipánico y la custodia policial" para ella, sus hijos y sus padres, además de "una prohibición de acercarse y una prohibición de salir del país" para Contardi. De todas formas, manifestó que "esto no me deja tranquila" ya que su ex pareja "no necesita hacerlo por sus propios medios porque está rodeado de gente nefasta".

Además, Prandi debió ser atendida por un médico debido a una descompensación, algo que consideró "inesperado". "No tienen idea del dolor que acabo de sacar. Terminé de hablar, salí de la sala y me largué a llorar desde la tripa. Fue sacar tantos años de dolor, nunca lloré así en mi vida", reconoció sobre los sentimientos que le generó este contexto. Y reconoció que el fiscal trabajó "muy bien; confío en el Tribunal". De cara al próximo miércoles pidió "por favor por la detención, por mi seguridad y la de mis hijos". Además recordó que esperó "cinco años para llegar a este juicio", y que hay muchas víctimas que aún no denunciaron a sus agresores pero que "no paran de escribirme a mí y a mis abogados". Sin embargo, destacó que ella tuvo el "privilegio" de acceder a un reconocido estudio de abogados, situación poco habitual para la sociedad.

Al mismo tiempo Prandi aprovechó para desmentir que su interés en este juicio sea el económico, que era uno de los argumentos que sostenía su ex marido, algo que aseguró que "ya fue cerrado con un acuerdo", pero que el caso no quedó allí y concluyó que Contardi no pudo juntar testigos que declaren a su favor, "ni la madre, ni el hijo, ni los hermanos, nadie".