Netanyahu anunció que Israel va a "tomar control" de todas las zonas de Gaza

En lo que ha calificado como "un ataque sin precedentes", Israel está dispuesto a acabar con la última resistencia palestina en Gaza a sangre y fuego. La operación terrestre Carros de Gedeón empezó este pasado fin de semana después de varios días de intensos bombardeos preparatorios en los que han muerto centenares de personas.

 Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, reveló claramente este lunes los planes de su Gobierno: dijo que su Ejército tomará el control de "todas las zonas de la Franja de Gaza".

"Tenemos unos combates intensos, enormes, y está habiendo progresos. Vamos a tomar el control de todas las zonas de la Franja, eso es lo que vamos a hacer", dijo Netanyahu en un vídeo compartido en redes sociales por la radio del Ejército israelí.

La ofensiva se prevé brutal. Solo este lunes han muerto al menos 35 personas en los bombardeos que Israel empezó a lanzar desde la madrugada, según informaron a EFE fuentes médicas gazatíes. Los ataques más intensos se registraron en la localidad de Jan Yunis, en el sur, donde la aviación israelí bombardeó el almacén de suministros del hospital Naser, uno de los pocos centros que todavía funciona parcialmente en el territorio.

Jan Yunis se ha convertido en el principal objetivo. El Ejército israelí ordenó este lunes la evacuación total de esa ciudad, así como las áreas de Beni Suhaila y Abasan, todas poblaciones ubicadas en el sur de la Franja. "Las Fuerzas de Defensa de Israel lanzarán un ataque sin precedentes para destruir las capacidades de las organizaciones terroristas en esta zona. Deben evacuar inmediatamente hacia el oeste, al área de Mawasi", apeló en un comunicado en X el portavoz en árabe de las fuerzas armadas, Avichay Adraee.

Con esta nueva orden de evacuación masiva en el sur de Gaza y los planes anunciados por Netanyahu, el número de desplazados se elevará notablemente. Jonathan Fowler, portavoz de UNRWA, aseguró a EFE que en torno al 90% de la población de Gaza se encuentra desplazada en estos momentos, si bien la agencia estima que, desde que Israel rompió el alto el fuego el 18 de marzo, unas 436.000 personas se han vuelto a ver desplazadas. Hasta ahora, las áreas "prohibidas" (sometidas a órdenes de evacuación o en las que Israel tiene que autorizar cualquier movimiento) suponían el 71 % de Gaza, según la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), pero ese porcentaje va a crecer con esta nueva ofensiva.

Drama humanitario

Los nuevos ataques israelíes van a empeorar notablemente —si es que eso es posible— la situación humanitaria en la Franja de Gaza. En este sentido, Netanyahu reconoció que Israel permitirá una entrada "mínima" de ayuda humanitaria, pero no lo hace por altruismo o solidaridad, sino por miedo a que la intensa hambruna que ya sufre la población palestina haga que los aliados de Israel retiren su apoyo militar y diplomático a su Gobierno. El Gobierno de Netanyahu no ha dudado en utilizar el hambre como arma de guerra, violando así los derechos humanos de la población palestina.

"Nuestros mejores amigos del mundo, senadores que apoyan apasionadamente a Israel (...) me dicen esto: 'Te estamos dando toda la ayuda necesaria para la victoria, armas, apoyo, protección en el Consejo de Seguridad. Pero hay una cosa que no podemos aguantar, no podemos aceptar imágenes de una hambruna, una hambruna masiva'", explicó Netanyahu, aparentemente en referencia a Estados Unidos, su más firme aliado.

La entrada de ayuda humanitaria a Gaza lleva más de dos meses completamente bloqueada por Israel.

El primer ministro de Israel dijo haber tomado la "difícil" decisión de permitir una entrada mínima de suministros hasta que el Ejército pueda poner en marcha su plan de restringir la distribución de ayuda humanitaria a una serie de puntos en el sur de Gaza. En este sentido, el ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, aseguró este lunes que los gazatíes solo recibirán "pan de pita y un plato de comida".

"Tomará tiempo, vamos a establecer los primeros puntos en unos días y después añadiremos más", dijo Netanyahu sobre este plan, apoyado por Estados Unidos pero rechazado de plano por la ONU, hasta ahora la encargada de distribuir ayuda en Gaza.

Netanyahu justificó su decisión de dosificar la ayuda humanitaria diciendo que así logrará Israel la "victoria total" en Gaza y cumplir su objetivo principal: destruir completamente a Hamás. "Tomará tiempo, pero acabaremos por cumplirlo", aseguró.