Con más etanol y biodiesel, Brasil impulsa una “revolución” energética con la Ley de Combustible del Futuro
La nueva normativa proyecta inversiones por 260 billones de reales y posiciona al país como líder en la transición hacia una movilidad sostenible. El corte en naftas pasará del 22% actual al 27% y en gasoil llegaría 20% en marzo de 2030.
Brasil dio un paso significativo hacia la sostenibilidad energética al sancionar el Proyecto de Ley Nº528/2020, conocido como la Ley de Combustible del Futuro.
Esta normativa ambiciosa no solo promueve la movilidad sostenible, sino que también establece medidas concretas para reducir las emisiones de dióxido de carbono en el país.
Se espera que, con su implementación, Brasil evite la emisión de 705 millones de toneladas de dióxido de carbono para el año 2037.
La ley introduce programas innovadores como el Programa Nacional de Combustible Aéreo Sustentable, el Programa Nacional de Diésel Verde y el Programa Nacional de Descarbonización del Productor e Importador de Gas Natural, además de incentivos al biometano.
Estas iniciativas están diseñadas para fomentar la investigación, producción y uso de biocombustibles, promoviendo así una transición efectiva hacia una matriz de transporte más limpia.
“Brasil es el país que hará la mayor revolución energética del planeta”
El impacto económico de esta ley también es significativo, con proyecciones de inversiones que alcanzan los 260 billones de reales.
Las autoridades brasileñas ven en esta legislación una oportunidad no solo para reducir la huella de carbono del país, sino también para posicionar a Brasil como un líder en la revolución energética a nivel global.
En un momento donde la sostenibilidad se convierte en una necesidad urgente, la Ley de Combustible del Futuro podría ser el motor de un cambio positivo en el panorama energético mundial.
Durante la ceremonia de sanción de la Ley de Combustible del Futuro, llevada a cabo en Brasilia en el marco de la Feria de Liderazgo Verde de la Expo Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva declaró con entusiasmo: “Brasil es el país que hará la mayor revolución energética del planeta”.
Con un enfoque en la descarbonización y el desarrollo sostenible, la ley marca un hito en el avance de Brasil hacia una economía verde.
Lula subrayó que el Combustible del Futuro también crea oportunidades para la generación de empleo.
“Estamos plantando una nueva semilla: la semilla del combustible del futuro. Este programa pondrá a Brasil a la vanguardia de la nueva economía”, añadió Alexandre Silveira, ministro de Minas y Energía.
Los cambios que propone la ley de combustibles
Una de las disposiciones más relevantes de la ley es el aumento en el porcentaje de mezcla de etanol y nafta, que pasará del 22% actual al 27%, con la posibilidad de alcanzar el 35%.
En el caso del biodiésel, se incrementará progresivamente a partir de 2025, comenzando con un punto porcentual adicional por año hasta llegar al 20% en marzo de 2030.
La Ley de Combustible del Futuro no solo se enfoca en los combustibles terrestres; también establece iniciativas para la aviación y los combustibles marinos.
El Programa Nacional de Combustible Sostenible de Aviación (ProBioQAV) obligará a los operadores aéreos a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en los vuelos nacionales mediante el uso de combustible sostenible a partir de 2027.
Este programa comenzará con un objetivo de reducción del 1% y se incrementará hasta alcanzar el 10% en 2037.
Además, en el acto de sanción, siete compañías firmaron cartas de compromiso para invertir más de 20 billones de reales en el sector de biocombustibles.
“La matriz brasileña ya es renovable entre etanol y biodiésel, pero esta ley trae la expansión obligatoria de estos combustibles renovables a nuevas áreas, aumentando el porcentaje de mezclas dentro de los combustibles fósiles”, expresó Fernanda Delgado, directora ejecutiva de la Asociación Brasileña de la Industria del Hidrógeno Verde.
Buscan reducir la huella de carbono
El Programa de Descarbonización del Productor e Importador de Gas Natural e Incentivo al Biometano se propone fomentar la investigación, producción, comercialización y uso de biometano y biogás dentro de la matriz energética brasileña.
Esta iniciativa busca integrar fuentes de energía renovables y sostenibles, alineándose con los objetivos de reducir la huella de carbono del país.
Según Elbia Gannoum, presidenta de la Asociación Brasileña de Energía Eólica, “Brasil tiene la oportunidad de posicionarse como una gran potencia global en recursos renovables que puede contribuir significativamente a la solución climática”.
Guilherme Nolasco, presidente de la Unión Nacional de Cornetán, enfatizó que la sanción de esta norma envía un mensaje claro al mundo sobre la estrategia de Brasil en biocombustibles para la transición energética.
“Creo que es el marco legal más importante de este gobierno. Brasil señala al mundo que tiene en biocombustibles la estrategia dedicada a la transición energética, atrayendo la atención de inversores en el sector de biomasa. Esto generará empleos, inclusión social y nuevos ingresos fiscales”, subrayó Nolasco, resaltando la importancia de esta legislación en el contexto global.